“Ahí estamos nosotros para enseñarles a los jóvenes y no se pierdan los saberes”

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El pasado 13 de febrero se realizó la presentación del proyecto “Sabiduría de los mayores”, que tuvo lugar en la sala Nasca del Ministerio de Cultura y reunió adultos mayores del Ande, Amazonía y la Costa en un encuentro de sabidurías y sabedores.

“Enseñar, también a los jóvenes, porque estamos perdiendo mucho, nuestros jóvenes no quieren aprender; sin embargo, ahí estamos nosotros. Estoy dispuesto a enseñar a otras personas si desean aprender, para que no se pierda los saberes”, comentó Rosas Aurelio Apeña Padua, yachaq que pertenece al distrito de Marcará, durante su exposición en la feria “Semillas, Saberes y Sabores.

Con este espacio de intercambio de conocimientos, donde los sabios y sabias de las comunidades de Áncash, Lima, Loreto y San Martín compartieron sus prácticas ancestrales, se inició la actividad de presentación del proyecto Sabidurías de los Mayores: Educación Comunitaria para la Conservación de la Biodiversidad y la Seguridad Alimentaria en el Perú.

Esta iniciativa es coordinada por el Proyecto Andino de Tecnología Campesina (PRATEC), junto a Urpichallay en Áncash, Arena y Esteras en Lima Sur, y Waman Wasi en San Martín y Loreto. Su objetivo es revalorizar el conocimiento ancestral de las personas adultas mayores, guardianes de saberes bioculturales fundamentales para la seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad en el país.

Nieves Vargas, coordinadora general del proyecto, destacó la importancia de este esfuerzo colaborativo para integrar a los adultos mayores en espacios de incidencia pública y fortalecer su rol como transmisores de conocimiento.

Representantes de cada región presentaron los saberes que trajeron para compartir. Desde Áncash, Rosas Aurelio Apeña Padua compartió sobre el cultivo de plantas medicinales y su valor en la salud. «Esto aprendí de mis abuelos, de las comunidades, compartiendo experiencias. Lo que no conocía, preguntaba: qué planta es, qué propiedad tiene, así aprendí poco a poco», explicó.

Desde Abancay, Zoila Zevallos Leiva enseñó técnicas tradicionales de tejido y confección de sombreros de lana, mientras que de la región Amazonas, sabias del pueblo shawi mostraron sus variedades de yuca y maíz, además de sus plantas medicinales utilizadas en la dieta y medicina tradicional. Este intercambio permitió a los asistentes conocer las prácticas de cada comunidad y fortalecer la transmisión de saberes ancestrales.

El evento estuvo constituido por dos espacios de diálogo. El primero, contó con la presencia de autoridades nacionales que han impulsado programas similares y refuerzan la incidencia en el reconocimiento de los saberes ancestrales. Rosa Pretell Aguilar, jefa de la Unidad de Proyectos y Diseño de Intervenciones del Programa Nacional de Asistencia Solidaria – Pensión 65 (MIDIS), quien destacó la importancia de la transmisión intergeneracional de conocimientos como una estrategia para la inclusión de los adultos mayores en la sociedad.

Ximena Sokolic Ribeiro, asesora técnica del Programa Nacional GRATITUD (MIMP), resaltó el papel de los programas estatales en la promoción del bienestar integral de este grupo poblacional. Por su parte, Henry Hernández Caballero, responsable de la Etapa de Vida Adulto Mayor y Coordinador del Modelo del Cuidado Integral de Salud por Curso de Vida para la Persona, Familia y Comunidad (MINSA), explicó las iniciativas del sector salud enfocadas en mejorar la calidad de vida de los adultos mayores a través de políticas públicas inclusivas.

Oscar Badillo, coordinador de la Unidad de Educación Comunitaria (MINEDU), abordó la relevancia de la educación comunitaria como herramienta para fortalecer la identidad y el conocimiento ancestral en las nuevas generaciones. David Venegas, del Colectivo Nacional de Educación Comunitaria, subrayó la necesidad de articular esfuerzos entre las instituciones educativas y las comunidades para preservar el conocimiento tradicional.

Por su parte, Meike Naujoks, representante de HelpAge Alemania, enfatizó el impacto positivo de los proyectos internacionales en el reconocimiento del valor de los adultos mayores y su integración en la sociedad. Cada uno de estos expertos aportó perspectivas clave sobre el rol de la educación comunitaria en la protección de la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

En el segundo espacio de diálogo se enfocó en la presentación del proyecto a cargo de las sabias y sabios de cada región que participan de la propuesta, además del lanzamiento de la campaña “Valemos un Perú” en boca de doña Cirila, una abuela que abrió y cerró el panel.

Esta valía y sapiencia de las personas mayores es crucial para enfrentar los desafíos globales y locales como la crisis climática, alimentaria, de salud, en especial la pérdida de autonomía la sobre presencia de la monocultura y el extravío del sentido comunitario de la vida.

Este fue el mensaje de la obra teatral: “La alegría del querer vivir”, obra de circo social realizada con adultos y adultas mayores del programa Los Martincitos de la parroquia del sector 3 de Villa El Salvador. Cuando en contextos urbano-populares se extravía la comunidad se pueden hallar formas amables de regenerarlo, cualquiera sea nuestra condición física y mental. Fue un mensaje de esperanza, clave en estos tiempos inciertos.

Este proyecto no hubiera sido posible sin el apoyo financiero de instituciones comprometidas con la preservación del conocimiento ancestral y la educación comunitaria, por el Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica, Aktion Deutschland Hilft y HelpAge International. Gracias a su respaldo, se ha logrado fortalecer la transmisión de saberes ancestrales y promover la integración de los adultos mayores en iniciativas que protejan la biodiversidad y la seguridad alimentaria en el Perú.

El evento reafirmó la importancia de reconocer y valorar la sabiduría de los mayores como parte fundamental del patrimonio cultural y ecológico del país, promoviendo su difusión y salvaguarda para las futuras generaciones.